Bariloche, 03 de enero de 2014

Un año es mucho tiempo, o es poco. Depende desde donde se lo mire, depende de quien también.
Para mi fue un año difícil. Fue un año con golpes bajos, tuve que hacer un alto y establecer un orden de prioridades, mirar hacia adentro, cambiar varias cosas de lugar. Algunos anhelos quedaron en el camino, otros llegaron a cumplirse, fruto de un gran sacrificio.
Si bien para nosotros, para mi pequeña y gran familia el año no comienza ahora, si bien estas fiestas no revisten importancia para nosotros, si es un momento en la organización del tiempo y las actividades en que se renuevan las energías y se vuelve a apostar a nuevos proyectos.
Deseo cosas simples, pero no por ello poco importantes. Deseo haber aprendido de los errores para no volver a cometerlos, deseo que las desiluciones futuras no me golpeen tan fuerte. Deseo de todo lo vivido haber salido fortalecida, pero no endurecida. Deseo más que nada en el mundo seguir caminando y construyendo proyectos junto a mi compañero de vida y nuestra hija. Y deseo también seguir cruzándome en el camino de esas personas especiales como las que me ha tocado conocer, con sus historias de vida, deseosos de que las registre a través de mi mirada.
De sus historias y de la mía va un poco en estas imágenes que elegí.
Daniela










































































































































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